El atentado que sufrió Irene Villa fue un evento trágico ocurrido el 17 de octubre de 1991 en Madrid. Ella, junto con su madre, fueron víctimas de un atentado con bomba perpetrado por la banda terrorista ETA. Como consecuencia del ataque, Irene Villa perdió ambas piernas y tres dedos de una mano. Su madre también sufrió graves heridas. El atentado ocurrió cuando el coche en el que viajaban fue alcanzado por una bomba lapa. Este suceso marcó un antes y un después en la vida de Irene Villa, quien a pesar de las graves secuelas, se ha convertido en un símbolo de superación y resiliencia. Posteriormente, se llevó a cabo una investigación para identificar y juzgar a los responsables del atentado.
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